Aquí encontrarán los libros que leo. Se trata de una bitácora de lecturas sin más pretensiones que las de aconsejar a quienes me piden consejo. Mi recomendación es mi experiencia. Junto al libro pongo algún comentario.Atril es el lugar en el que leo; leer con un lápiz en la mano es una vieja costumbre. Vladimir Nabokov solía hacerlo así. Les auguro un execelente viaje con un libro en la mano para traspasar el límite de la realidad y entrar en la ficción. "Fiction pure joy""
30.7.08
Los Virreyes, de Federico de Roberto ( Acantilado. 2008)
Una auténtica perla que encontré mientras buscaba algo para el verano.
Los Virreyes, una de las grandes y desconocidas novelas del siglo XIX. Es la crónica de la decadencia de una familia de antigua estirpe española cuyos antepasados-llegados a Catania hacia el 1300--adquirieron, en tiempos de Carlos V, el cargo de virreyes. Es la decadencia de la familia a la par que de los viejos usos. El marco temporal son los años que van de 1855 a 1882, período en el que se precipita y culmina el proceso de unificación italiana. Combinando la crónica de costumbres con una acerba sátira de tintes expresionistas, Federico De Roberto traza una inolvidable galería de retratos de nobles prepotentes y extravagantes en medio de continuas luchas, litigios e intrigas. Sus vidas y sus excentricidades se entretejen con los acontecimientos contemporáneos, en el tránsito de una época feudal a una nueva era de democracia parlamentaria. Monumental y compacta, pletórica de fuerza narrativa, Los Virreyes sorprende al lector de hoy por la riqueza de planos de lectura, el pesimismo histórico y el nihilismo existencial, y también por su diagnóstico profético de todos los males de la política y de la sociedad italiana modernas. El arte de De Roberto eleva este diagnóstico a símbolo universal de las amargas verdades que se esconden detrás de las falsas ilusiones sobre la historia y la propia condición humana.
Una película sobre la obra se ha estrenado en Italia. Pueden ver información sobre ella en www.ivicere.it.
Leyendo esta novela, mejor dicho , disfrutando de ella, en tono distinto, pero con la misma pasión, recuerdo haber leído La marcha de Radetsky, de J. Roth; Los Maia , de Eiça de Queiroz y, por supuesto El Gatopardo, de Lampedusa. Ambas son cuadros generales y particulares de las sociedades que representan.
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