10.2.08

"Dientes de leche" de Ignacio Martínez Pisón


La esperada nueva novela de Ignacio Martínez de Pisón. La historia de una familia desde la Guerra Civil hasta los años ochenta. Nuestra historia.

El italiano Raffaele Cameroni llega a España en 1937 para luchar como voluntario en el bando franquista, y pronto su amor por una guapa enfermera española le hace renunciar a volver a su país. A través de la historia de tres generaciones de la peculiar familia Cameroni seremos testigos de cómo el tiempo transforma a los seres queridos, borra las promesas y desentierra los secretos. En Dientes de leche la saga familiar convive con una singular crónica de medio siglo de la reciente historia española. A veces tierna y divertida, a veces dura y vibrante pero siempre conmovedora, es una novela que se disfruta con la emoción con que se comparten las cosas de casa.

Una novela tierna y divertida, que nos permite conocer la historia de España a través de la vida de una familia singular: la familia Cameroni.

"El comprador de aniversarios" de Adolfo García Ortega


La novela es la invención de la vida no vivida de un niño judío, de nombre Hurbinek, que muere en Auschwitz a la edad de tres años. Mencionado en "La tregua" de Primo Levi como alguien de quien no se sabe nada en absoluto, en "El comprador de aniversarios" García Ortega hace una recreación de los años anteriores al nacimiento de Hurbinek y de los posteriores, en los que se cuenta cuál habría sido su vida, de haber sobrevivido. La novela se convierte en una sobrecogedora fábula de todo lo que rodeó la funesta historia de Auschwitz y el Holocausto, y deja sin aliento al lector.
El lector, atrapado por una narración absorbente, percibirá asombrado que nada de lo que ha leído hasta ahora se parece a esta novela.

"La mujer que esperaba" de Andrei Makine


Corre la década de los 70, deprimente en una Unión Soviética estancada y corrupta. El narrador-protagonista, joven intelectual de Leningrado ahíto de manifestaciones culturales disidentes, provocadoras y un tanto absurdas, marcha al remoto norte de Rusia para recoger las escasas manifestaciones supervivientes de folclore autóctono.

En la aldea de Mirnoie, cercana ya al Mar Blanco, encuentra un ambiente desolado de abandono y ruina, un mundo de ancianas olvidadas que quedaron solas tras la marcha de sus hijos y maridos a la guerra contra Alemania, 30 años atrás. Pero quien más le intriga es Vera, la maestra, una bella mujer que todavía continúa esperando al hombre que un lejano 1945 partió hacia el frente.

“La mujer que esperaba”, novela breve pero magníficamente construida, relata el proceso de descubrimiento de Vera, los vanos intentos de catalogarla en que el lector caerá al mismo tiempo que el protagonista, frustrados al ir conociendo más sobre el personaje, que, según avanzan las páginas, nos revela pliegues y misterios de un destino trágico y a la vez orgullosamente estoico.
El protagonista, joven brillante, atrevido y con esa petulancia que da el saberse parte de la vanguardia cultural de la capital, se ve transformado en contacto con los habitantes del bosque duro, pobre y triste. No será capaz de llevar a cabo sus propósitos iniciales, satíricos y cínicos, al verse reemplazados por un conocimiento más cercano de esas vidas rotas, cuyo hundimiento es una metáfora de la situación irreparable del país.

Como trasfondo, la dureza de la vida en el campo abandonado, en una sociedad podrida en la que nadie cree. Y una sucesión de momentos de delicada y sensual belleza entre el fango y la niebla de las turberas y bosques árticos

"Firmin" de Sam Savage


Nacido en el sótano de una librería en el Boston de los años 60, Firmin aprende a leer devorando las páginas de un libro. Pero una rata culta es una rata solitaria. Marginada por su familia, busca la amistad de su héroe, el librero, y de un escritor fracasado. A medida que Firmin perfecciona un hambre insaciable por los libros, su emoción y sus miedos se vuelven humanos. Original, brillante y llena de alegorías, Firmin derrocha humor y tristeza, encanto y añoranza por un mundo que entiende el poder redentor de la literatura, un mundo que se desvanece dejando atrás una rata con un alma creativa, una amistad excepcional y una librería desordenada. Firmin ha sido un acontecimiento en mi vida de lectora, uno de esos raros encuentros con un personaje inolvidable. Original, chispeante y profundamente conmovedora, esta aguda fábula sobre la condición humana es un disparo al corazón. Rosa Montero Firmin no es un ratoncito humano, sino un ser humano en un cuerpo de rata. Esto lo hace áspero, patético, incómodo, sin la menor concesión al infantilismo y auténticamente poético.

"Carta a mi madre sobre la felicidad" de Alberto Bevilacqua


A principios de los noventa Alberto Bevilacqua sufrió una inesperada y kafkiana campaña de acoso y desprestigio por parte de los medios de comunicación, detrás de los que se ocultaban oscuros intereses privados y de organizaciones que el autor había criticado duramente en sus escritos. En medio del terror y la indignación, el autor se plateó esta pregunta : ¿es posible, a pesar de tanta maldad, llegar a ser feliz ? Y de los recuerdos suscitados por la palabra felicidad surge la verdadera protagonista del libro : la madre, dotada de una sabiduría inusual, que combate la adversidad con lo que ella llama «el sentimiento dela sonrisa» y que se perfila a medida que Bevilacqua va desgranando las vivencias de su infancia y adolescencia junto a ella y, a la vez, las de las intrincadas tramas urdidas a su alrededor no sólo para aniquilar su prestigio de intelectual influyente en la vida cultural y política de su país, sino para acabar literalmente con su vida.