10.3.11

Rafael Reig. "Todo está perdonado" Tusquet. Marzo 2011


Rafael Reig, gran conocedor de la literatura, nos ha deleitado con sus enjundiosos y eruditos conocimientos de las letras y la incursión en la novela "Sangre a borbotones". Ahora nos escribe otra novela en la que extrae material y personajes de aquella. Es una crónica sentimental de la transición (“Inmaculada Transición”, le llama él) con tintes novelescos, pero con demasiado forcep en lo ideológico. El esfuerzo es bueno, el resultado no tanto. Un lenguaje exquisito, convulso, envolvente. Es agradarle sus diálogos y algunas descripciones y ocurrencias como la división de Madrid teniendo la Castellana como eje. Vale la pena hacer una cata en algunos de sus capítulos. Algunas descripciones son magistrales. Otras, menos. El final es farragoso y sobran reflexiones. El fútbol como religión atraviesa la obra, aunque un cansino, estrambótico y persistente deseo de tocar las narices a los creyententes pasa de la ironía a la burla y a la mofa ; y particularmente a la confesión católica, deja ver esos tics tan propios de una generación que quiere sacarse la espina de una religión que el autor parece conocer bien y con la que quiere saldar cuentas propias y ajenas, sin que nadie se las haya pedido. Algunos capítulos son propios de una diván de Mago de Viena. (Persistencia en la terminologia religiosa y esos envases eucaristicos que remieven las visceras del creyente...y la distribución de capítulos con las partes tradicionales de la Penitencia...en las que divide su obra dedicada al perdón) Buen pròpósito, mal resuelto como novela; aunque pudiera salvarse como ´"Viaje sentimental a la transición) Irreverente es especialmente el capitulo en el que narra las peripecias de un sacerdote y unas religiosas perdidas en cimas nevadas lejanas (¿ alusión macraba a la triste pérdida de Pablo Dominguez? Sería lamentable. Hace mofa de algo sagrado para los creyentes, la Eucaristía. No se detiene en la mofa sociológica, sino que se adentra en cuestiones que rayan lo irreverente). Metaliteratura en medio de una trama interesante, entre policiaca y sentimental. Reig ha ajustado cuentas con su recorrido biográfico en la España de la Transición, pero el resultado, no está logrado, aunque su lectura no deja de ser atrayente,. Sinceramente me lo he pasado bien leyéndolo, aunque el final no me conmovió, ni me dejo con la mirada perdida. Estaba deseando terminarla. Y eso , no es bueno…. Pese a todo seguiré leyéndolo.

Laura Gamazo, hija de un próspero empresario, muere por envenenamiento el día de su boda en el Ritz. Su padre, Perico Gamazo, recurre a Antonio Menéndez Vigil, agente de inteligencia retirado y protegido suyo, para que aclare el caso con la colaboración del detective Carlos Clot. Menéndez, que inicia su investigación pendiente de los partidos de la selección española en la Eurocopa de 2008, sabe que Laura es la última descendiente de una familia poderosa que conoce bien, y no puede evitar hacer el recuento de setenta años de historia reciente: desde el padre de Perico, Gonzalo Gamazo, marqués de Morcuera, que forjó su círculo de amigos en las cárceles republicanas, en plena guerra civil, hasta sus descendientes, Laura y su hermano Ignacio, hijos de la Transición. Las pesquisas policiales, en busca de intereses o culpas, acaban entreverándose necesariamente con la historia de una familia emblemática de quienes ganaron la guerra y se aseguraron de que sus hijos ganaran también la paz.