31.5.12

Me estremezco escribiendo, como César Aira en sus novelas breves

Estoy escribiendo estos días a ritmo de fado. Es un relato sin orden ni concierto, mezcla de libertad y disciplina; reflexión e invención. Escribo como si tocara las teclas de un piano. Empiezo por prosa y termino con poesía. El fado me arranca la voz de adentro. Salto de un tema a otro. Y me había bloqueado. Fado me tenía varado en la playa de la ficción: planteamiento, nudo y desenlace. Pero tenía hambre de estilo, quería romper con el estilo. No escribo para publicar. escribo para vivir.

De pronto, me encuentro leyendo “El congreso de literatura” ( Mondadori) de Cesar Aira, el argentino que ha destrozado los géneros en sus novelas cortas, como hizo Sergio Pitol. También el Carlos Fuentes de “Aura”. Asisto al congreso que propone César…y me pongo como un loco a escribir, a soltar el fado que hay dentro, a tocar el piano con las teclas del ordenador….la melodía es impresionante. No se puede leer el texto sin escuchar el fado. Y el relato sigue como un ejército en el campo de batalla, como la ola que se viene encima mientras corremos a la playa, como el fuego que destroza, como el viento que pone todo patas arriba, como el grito que te pone en pie. Fado te pone las pilas, te enerva, te da alas....